“¡Extra! ¡Extra!” 

“¡Noticia sensacional!”

“¡Las últimas noticias!”

“¡Edición especial!”

“¡Última hora!”

“¡Guerra!”

“¡Crimen sangriento!”

 

Estos son algunos de los muchos gritos que vociferaban los vendedores de periódicos callejeros para atraer la atención de los clientes y vender sus ejemplares.

Repartidor o vendedor callejero de periódicos, newsboy en América, canillita en Argentina, es uno de los personajes que aparecieron en la Literatura, en la Ilustración, en el Cine y en la Historieta.
Algunos fueron protagonistas, otros simples comparsas o que hicieron una fugaz aparición, como parte del decorado y de la descripción de realidades. Los vendedores callejeros de periódicos eran de diversas edades, desde niños hasta ancianos, incluso algunas mujeres.

Parece ser que el comienzo de esta profesión tuvo lugar en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, en 1833, cuando la lanzó el diario New York Sun. Los muchachos repartidores en las calles fueron llamados “Newspaper Boys”, “Newsboys” y “Newsies”. Por lo general eran muchachos sin hogar, sin medios de vida, que se ganaban la vida en las calles, a veces robando o haciendo pillerías. Esto cambió con el tiempo, conforme fueron mejorando las condiciones sociales y avanzando las tecnologías.

El joven vendedor de periódicos era una figura común en las películas de los años 20 a 40, hasta que empezaron a ser reemplazados por las máquinas, como había profetizado Chaplin en Tiempos Modernos y Fritz Lang en Metrópolis. Pero lo que nunca se podrá reemplazar son esas voces a las que nos acostumbrábamos y que esperábamos para oír los titulares sensacionalistas de las noticias de última hora. 

Esos personajes eran como el quiosquero de la esquina, o el vendedor ambulante de tabaco y cerillas, o el guardia urbano que dirigía el tráfico, o el cobrador del tranvía, o el limpiabotas del bar, o el sereno, vigilante callejero nocturno. 

Eran personas a las que veíamos todos los días, muchas veces de aspecto pintoresco, y con las que llegábamos a estar tan familiarizados que les tomábamos cariño tras unas cuantas conversaciones casuales o unos comentarios de actualidad, o compartíamos un cigarrillo o unas copas. Era una época en que aún existían las verdaderas relaciones humanas, cuando todo el mundo se conocía, se saludaba y se hablaba.

Hoy son personajes que han desaparecido, como tantas otras cosas, completamente desconocidos para los que nacieron después de su desaparición y que sólo permanecen en las memorias de sus contemporáneos y en las artes. Estas ausencias son signo también de la deshumanización de nuestra sociedad que no se preocupa ni del vecino del rellano.

Fue sobre todo el cine el que nos dio a conocer al personaje del muchacho vendedor de periódicos callejero…en múltiples películas de aquellos tiempos en que en alguna escena aparecía este personaje, voceando en las calles las ediciones extras del periódico o las noticias más sensacionales, incluso a veces alguna revista adicional, como la que se anunciaba en Valencia cuando se publicaba El Guerrero del Antifaz.

 

Destacan dos películas en las que los protagonistas son esos muchachos, describiendo algunas circunstancias de su vida:

King of the Newsboys, de Bernard Vorhaus, 1938, con Lew Ayres, Helen Mack, Alison Skipworth, Victor Varconi, Alice White.

Newsboys’ Home, de Harold Young y Arthur Lubin, 1938, con Jackie Cooper, Edmund Lowe, Wendie Barrie, Edward Norris, Elisha Cook Jr., y los Little Tough Boys. Una joven hereda un periódico y crea una casa de acogida para jóvenes.

 

Podemos recordar también algunos famosos que fueron vendedores de periódicos: Thomas Edison, Ray Bradbury, Walt Disney, Jean Gabin.

 

La Historieta nos ha dado algunos personajes que comenzaron sus aventuras como vendedores de periódicos, pasando luego a detectives. Los más famosos: Cuto, de Jesús Blasco, 1935; Chispa, de Vicente Ramos, 1953; Quique Banderas, de Zata, 1954; Ric Hochet, de André-Paul Duchâteu y Tibet, 1955.

 

 

 

Referencias

Criminalario nº 3, 2015. Chispa.

Criminalario nº 4, 2015. Cuto.

Criminalario nº 10, 2017. Quique Banderas.

Criminalario nº 11, 2017. Ric Hochet.

 

Agustín Riera